Estimulante, distinta, rara, graciosa, ilógica, pura locura; en resumidas cuentas, entretenida la propuesta que nos propone Danny Boyle. Es una comedia exagerada sin llegar a rayar en la tontería, con situaciones hilarantes y cachondas, con una Cameron Díaz apetecible y guapa, y un cada vez más "americano" Ewan McGregor (lástima de estúpido peinado que luce durante la película), que sin embargo, conforman una buena pareja (hay "feeling" entre ambos). Además, la actuación de todos los secundarios, todos ellos muy en su papel, y tomándose la película como lo que es, ayuda al resultad final.