Teniendo en cuenta el acelerado ritmo con el que Netflix produce series actualmente, que no permite a uno fiarse de la mayoría de estrenos, decidirse por la violenta historia de un expolicía que se dedica a matar por dinero y que escucha los consejos de un unicornio es una apuesta indudablemente arriesgada. Antes te decantarás por 13 razones, que ha visto ya mucha gente, o Altered Carbon, que últimamente está sonando bastante.

Y, de esta manera, una gran cantidad de espectadores ha descartado Happy. Y es normal. A simple vista parece una excentricidad, otro producto que pretende llamar la atención pero que, una vez ahondas en él, te encuentras con algo que no pasa de lo visionable.

NO ES EL CASO DE HAPPY!

Dadle una oportunidad, os lo pido, porque estamos ante una maravilla. En el apartado técnico, en la forma en la que es capaz de mezclar géneros, en su capacidad de mantener el ritmo en distintos tonos, en el grandísimo papel de Chistopher Meloni, que se descubre como un actor con registros inacabables.

No os cuento más, porque a estas alturas cada uno ya habrá decidido si le dará una oportunidad o no, pero ya os adelanto que arrancaréis pensando "dónde me estoy metiendo" y terminaréis con un "qué gran serie acabo de ver". Espero que, con el tiempo, Happy consiga la visibilidad que merece.