No sé por qué, pero he tardado mucho tiempo en darle una oportunidad a esta película. Me decidí verla por dos razones, la primera por las circunstancias que aún siguen presentes en el momento de escribir esta crítica me dispuso más tiempo para ver películas y series. Además de que recientemente el propio Stephen King desveló que era su adaptación favorita de los libros que había escrito. Y finalmente descubrí que había cometido un error.

Hay que reconocer que la película desborda una gran cantidad de elementos de las obras de Stephen King: la historia suceda en un pequeño pueblo de EEUU; que los niños son protagonistas; padres maltratadores, sobreprotectores, irresponsables; catetos violentos; momentos tétricos y un final que no te deja imparcial.

Pero lo que más valoro de esta película es como refleja la amistad cuando eres un niño, cuando todavía no tienes responsabilidades, y lo más importante es disfrutar de la vida. Donde vives momentos que te marcaran como adulto. Esta película logra reflejarlo perfectamente, y te hace recordar que buenos fueron esos momentos.