...como leches hago yo una crítica de esta película... porque aún intento digerirla.

Y es que después de toda la enorme polémica, censuras, denuncias socialmente sociales y demás etcéteras al respecto, sinceramente no se qué pensar ni como definir lo que acabo de ver.

No es una película gore en el sentido al que estamos acostumbrados. Tiene escenas, eso si, de tremendo mal gusto (tres principalmente, al menos para mí) y desde luego es una película que no recomiendo ni a mi peor enemigo.

Pero por otro lado el ambiente, la banda sonora e incluso detalles de los actores (no pasarán a la historia, pero cumplen) han hecho que la película me tenga en tensión, desazones de esas tres escenas aparte. Y si, es difícil masticar una película en la que a ciertos personajes de ciertas edades le pasan ciertas cosas, y que una de ellas es totalmente gratuita, realizada expresamente -creo yo- para causar morbo y polémica que diera propaganda gratis, pero la otra viene a ser el final de la película y, sinceramente, se veía desde Pekín lo que iba a pasar.

De todas formas eso mismo... si bien es cierto que no es apta para estómagos sensibles, ni pasará a la historia del cine, ni la vería otra vez y seguramente mucha gente me crucificaría en el acto por no unirme de inmediato al clamor que exige la quema en la hoguera de todas las copias, el director, el otro guionista, los actores y hasta la funda de las cámaras con las que se grabó, realmente hacía tiempo que una película no me mantenía en tensión como esta lo ha hecho.

Y por eso le clavo un 7 aunque mi crítica sea esencialmente negativa, no le vea por ningún lado esa supuesta filosofía alegórica de la Serbia postguerra balcánica y seguramente no merezca esta nota (cosas mejores he puntuado más bajo). Y por eso no me voya releer esta crítica, porque no sé como explicar mejor una película y unos motivos que ni yo me explico.

Pero ahí queda. Cosas veredes amigo Sancho. Cosas serbias.