"La bruja" es una película diferente de brujas. Aunque tiene muchos puntos en común pues la iconografía hegemónica viene de la bruja americana que aquí se representa. Sin embargo, en este film la bruja no es el simple "malo" sino que adquiere una dimensión antropológica-folklórica al trabajar la acción y el sentimiento a través de la imagen de la bruja que tenían los puritanos del ámbito anglosajón del siglo XVII y su impacto en la vida común de los civiles. Esto se ve en la exquisita ambientación hecha a través de una estupenda documentación de lo que se acababa a las brujas: ruina de las cosechas, de los ganados, mala fortuna, pactos con el diablo, seducción de hombres etc. No es la bruja piruja mundana ni tampoco la militante que refleja el empotramiento femenino a través de la naturaleza, es la más folklórica, la cual tenía un poder tal que podía desestabilizar comunidades enteras aunque no existiera (véase el caso de las brujas de Salem). Tampoco deja de lado el aspecto sociológico pues las tristes protagonistas de esta película son más mujeres, en las que recae la mayoría de las acusaciones y castigos.

Y bueno, la ambientación y el trabajo fílmico, fantásticos. Poca música pero con presencia, aunque con un uso un tanto convencional. Se siente la suciedad, el peso, la tensión y la degradación, potenciado por unas magníficas actuaciones.