La gran sorpresa del año. Lo último que podía esperar es que una productora confiase en Alex de la Iglesia para hacer una serie y este aceptase manteniéndose totalmente fiel al estilo que le caracteriza. Puede que no sea una grandísima serie, pero no sé le puede negar el derroche de personalidad que desprende en cada escena.

Sí, estamos ante una serie de 8 capítulos de una hora cada uno que tienen toda la esencia que el director ha mostrado en anteriores películas como 'El día de la Bestia' o 'Las brujas de Zugarramurdi'.

Al ver que Álex de la Iglesia estrenaba serie en la HBO me esperaba algo más moderado y con un tono un poco más internacional, y más teniendo en cuenta que la HBO ha invertido una pasta en ella. Pero no. Esta serie tiene todos los elementos característicos del director.

Los personajes son los típicos muy españoles y mucho españoles. No huye de la cultura española y como nos tiene acostumbrados, nos presenta unos personajes típicos de nuestro panorama nacional; el alcalde de un pueblo, el guardia civil, el terrateniente dueño de un cortijo, el "tonto" del pueblo, el cura, los parroquianos del bar, las marinas, el cazador de cultura rural arraigada,... Todo esto ambientado en el típico pueblecito castellano. En concreto nos sitúa en Segovia. Veremos mucha Estrella Galicia, muchos personajes que fuman ( ya se hace un poco raro), y mucha casquería animal (esto puede que a los amantes incondicionales de los animales nobles guste un pelo, aunque no hay ninguna escena haciendo daño a un animal real).

El estilo también recuerda a los anteriores trabajos de Álex de la Iglesia. Aunque no es de humor (si hay alguna escena medianamente cómica) tampoco se toma la historia muy en serio. Todo está muy caricaturizado y los personajes tienen una evolución muy surrealista. Quien esté acostumbrado a ver películas del director ya sabrá que la curva de de locura suele incrementar de forma exponencial en los tramos finales. La serie ya empieza fuerte, pero según avanza se va yendo todo de madre a pasos agigantados.

El guión es una fantasmada con el único fin de entretener. No es profundo y no hay diálogos que vayan a pasar a la historia, pero tampoco es una serie para eso. La historia funciona. A mí no me llegó a enganchar en el aspecto de irme a la cama pensando 'qué va a pasar en el próximo capítulo', pero me pareció muy entretenida y en ningún momento se me hizo pesada. Aunque los primeros capítulos apuntan a que puede estar enfocada a una serie de capítulos autoconcluyentes luego la historia si empieza a más continuista entre episodios.

A nivel técnico solo le puedo echar en cara que se atreven con la presencia de algunos monstruos en CGI que no dan del todo la talla. Por lo demás sabemos que Álex de la Iglesia se suele mover entre hacer algunos planos y escenas muy curradas y otras bastante más cutres. Pero como suele ser común en sus trabajos, el resultado final suele ser cuanto menos notable.

Para acabar ¿Es una gran serie? No lo sé, pero me decantaría más al no, pero no hay duda de que es una serie con un estilo único y una personalidad arrolladora. Entre esto y que es muy entretenida me parece más que justificado el 8. Además hay que decir que dentro el género "terror/acción/sobrenatural" si da la talla con el resto de producciones. Eso sí, miedo no da.

Así que la recomiendo a todos aquellos espectadores que no tengan manía al director.