Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · 544 Camp Street. New Orleans
Voto de Jinete nocturno:
7
Ciencia ficción. Terror Más de doscientos años después de su muerte, Ripley (Sigourney Weaver) vuelve a la vida gracias al empleo de técnicas avanzadas de clonación. Pero, durante el proceso, el ADN de Ripley se ha mezclado con el de la Reina Alien, por lo que Ripley empieza a desarrollar ciertas características de la peligrosa alienígena.
14 de agosto de 2010
37 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes que nada, una advertencia. Bajo ningún concepto veas esta película en otra versión que no sea la original. Lo repito: NO LA VEAS DOBLADA. Ni aún bajo amenaza o tortura.

Y no, no te lo digo en plan “intelestual”: esto es “Alien IV” no “Chinatown”, qué coño. El problema es que el doblaje es tan malo, tan torpe y tan criminoso que, no solamente destroza las interpretaciones (que también), sino el sentido mismo de la película: la revienta; pareciera que le ha salido de dentro un alien.

Y es que, cuando uno, casualmente, ve la versión original, descubre no pasados ni tres minutos que “misteriosamente” no es tan mala como la recuerda. En mi caso, el cambio de opinión fue radical: yo la recordaba como una insultante gilipollez sin pies ni cabeza que se limitaba a rellenar una hora y tres cuartos de metraje con gore de baratillo y diálogos absurdos, y resultó que “milagrosamente”, ahora, y sin entusiasmarme, le encontraba un agradable punto de ironía y humor inteligente.

La clave del “milagro”, cómo ya he dicho, es que el doblaje, digno de enviar a los responsables a la Haya, destroza la interpretación de los actores, ignorando las connotaciones de la voz y los dobles sentidos que quiere dársele a gran parte del diálogo (lo que le hacen a Sigourney no tiene perdón de Dios). Y aún más grave: deja bien claro que el antropoide que tradujo el guión había empezado un cursillo de diez horas en Opening que dejo a medias.

Un ejemplo. En cierto momento, el personaje de Winona Ryder se encuentra con Rypley y se extraña de que aún siga viva. El diálogo, decentemente traducido, sería algo así:

-¿Por qué te mantienen con vida?
-Bueno, son curiosos. Y yo soy “lo último”…

Por supuesto, la respuesta de Ripley pretende ser “pelín" sarcástica (como se nota a la legua escuchando a Sigourney en el original).

Pues bien, estos parias se las arreglan para que Ripley conteste (en tono neutro):

-Tienen curiosidad. Soy lo último que les queda.

Y en ese plan otras ochocientas líneas diálogo, así que imaginad el destrozo…

Y es que Alien IV es en muchos aspectos lamentable e indigna de saga, de acuerdo. No se la puede tomar en serio: el guion es absurdo y completamente inverosímil, las situaciones no tienen ni pies ni cabeza y son exageradas y ridículas hasta decir basta; el personaje de Ripley, cargado de emotividad y realismo en la de Fincher, queda aquí reducido a la categoría de “monstruo de feria”… En fin, un roto. Pero hay que decir que Jeunet jamás pretendió ser tomado en serio ni hacer un verdadero “Alien”. Está claro que está película, más que una verdadera continuación de la saga, pretende ser una gran broma lanzada a los fans. Un guiño irónico y algo nostálgico.

Y como tal guiño, y cuando se dispone de una versión decente que permite apreciar las gracietas y dobles sentidos, no está nada mal. Resulta al menos moderadamente entretenida.

Rozando el notable.
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow