Es curioso, las personas a lo largo de nuestra vida buscamos diversos estímulos que hagan que nuestra existencia cobre cierto sentido. Conocemos gente, estudiamos un carrera, nos enamoramos, compramos cosas que quizá no necesitamos, hacemos cosas que nunca hubiésemos pensado hacer, pero que gracias a ciertos estímulos nos vemos atrapados y las llevamos a cabo casi inconscientemente.

Quizá "El arte de pasar de todo" no sea una gran película, quizá sea bastante predecible, quizá los personajes no sean tan complejos como se esperaría, quizá la razón de pasar de todo signifique vernos derrotados ante un caótico mundo que se cae a pedazos, sino olvidar por un instante el saber respirar por necesidad, el saber pensar por instinto, el necesitar amar por evadir la soledad. Sin duda para mi el pasar de todo es huir de la realidad, de todo lo que tengo, lo que siento, deseo y soy.

Freddie Highmore y Emma Roberts crean una atmósfera con cierto encanto, más allá de satisfacer al espectador, dejan que el mismo sea el que encarne sus pensamientos, que sienta lo que ellos tal vez no dan a entender. Sin duda esta pareja tiene un futuro realmente prometedor, esperemos que no caigan en el "efecto Hollywood" y los terminemos viendo en metrajes mediocres. Pues eso... ¡Notables! Aunque con respecto a la película, me hubiese gustado un guión un poco más pulido y original, con escenas más llenas de ese idea de "pasar de todo", porque desde luego todos sabemos que por mucho que lo intentemos el pasar de todo, al igual que la vida, no es más que una mera ilusión, no nos engañemos.

En fin, si queréis pasar un momento ameno y desconectar, "El arte de pasar de todo" es vuestra película. ¡Disfrutadla!