Si nos pusiéramos a matar a todo el que nos cae mal... ¿cómo era eso de 'Los Inmortales'...?; ah, sí: sólo podría quedar uno.

Kim nos suele rayar en las segundas mitades de sus películas. Pero aquí, la forma teatral vanguardista de plantearnos la locura es ya una paja mental de poca consistencia; y está también lo de la mosca cojonera ubicua de la camarita; y ese final, que, sin llegar a desvelarlo, diré que no me pareció nada innovador, pues ya he visto un par de propuestas "igualicas" mucho anteriores –me viene a la memoria una película iraní de cuyo nombre no quiero acordarme–.
Entre medias, una historia de venganzas violentas y locura –como en el 85% de los trabajos de Kim– en la que un dibujante pringaíllo –enésimo detalle autobiográfico en su obra– enloquece y decide vengarse de todos los que le han vejado en algún momento de su vida. Sobran víctimas y faltan explicaciones interesantes del origen de los rencores. Tampoco hay mucha originalidad aquí.

Se pueden perdonar algunas cosas si tenemos en cuenta el carácter experimental de la cinta, el escasísimo presupuesto y el vertiginoso ritmo de rodaje (la grabaron en apenas 200 minutos, o sea, casi en tiempo real). Pero no es lo mejor del director, desde luego.

PD: Gracias por la advertencia, Arakiri, fuera con segundas o no tu comentario. Pero me temo que llega demasiado tarde. Además, ya sabes cómo son estas cosas: ya te pueden decir mil "amigos" que no veas una peli que no va a servir de nada. Los cinéfilos de mi estilo es lo que tenemos, que a veces no podemos resistirnos a la posibilidad de encontrar algo que nos fascine aunque sólo sea a nosotros. (Aclaro que éste no ha sido el caso.)