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Voto de Ulike:
9
6,1
2.549
Drama. Fantástico
Alice (Emily Beecham) es una madre soltera que cría plantas en una empresa que busca desarrollar nuevas especies. Es la responsable del exitoso último diseño de su compañía: una bella planta de gran valor terapéutico: si se encuentra en las condiciones óptimas, garantiza a quien la consuma sentir algo parecido a la felicidad. Un día, Alice decide ir en contra de las normas de su empresa y lleva una planta a Joe (Kit Connor), su hijo. ... [+]
23 de octubre de 2022
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La vida en la actualidad está sometida a diferentes dictados externos, no siempre favorables para una convivencia fraternal. Uno de estos dictados es el científico, (sólo hay que ver lo que ha sucedido con la crisis sanitaria) al que muchos se agarran para buscar otra excusa más para pasar por la existencia sin sufrir demasiado.
Con 'Little Joe' asistimos a los avatares de Alice, una madre divorciada que convive con su único hijo, la cual ocupa un puesto laboral relevante en el equipo de investigación de una gran empresa biotecnológica, a punto de asistir a una feria expositiva para presentar su nuevo proyecto, una planta capaz de influir en las personas generándoles mayores niveles de felicidad.
La película nos hace reflexionar sobre los roles familiares asignados, donde no siempre todo lo que parece es, unas obligaciones adquiridas que pueden pesar demasiado, volcándonos en otros menesteres, como el trabajo, que sirve así como excusa para no afrontar lo que significa entrar en contacto íntimo con nuestros seres queridos. Además constituye una crítica a la idiosincrasia empresarial como reflejo de la falta de escrúpulos profesionales cuando hay fijados unos objetivos comerciales.
Con 'Little Joe' asistimos a los avatares de Alice, una madre divorciada que convive con su único hijo, la cual ocupa un puesto laboral relevante en el equipo de investigación de una gran empresa biotecnológica, a punto de asistir a una feria expositiva para presentar su nuevo proyecto, una planta capaz de influir en las personas generándoles mayores niveles de felicidad.
La película nos hace reflexionar sobre los roles familiares asignados, donde no siempre todo lo que parece es, unas obligaciones adquiridas que pueden pesar demasiado, volcándonos en otros menesteres, como el trabajo, que sirve así como excusa para no afrontar lo que significa entrar en contacto íntimo con nuestros seres queridos. Además constituye una crítica a la idiosincrasia empresarial como reflejo de la falta de escrúpulos profesionales cuando hay fijados unos objetivos comerciales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
"¿Y quién por puede probar la autenticidad de los sentimientos? Además ¿a quién le importa?" Son las palabras que menciona el jefe de equipo cuando deciden finalmente acudir a la feria, a pesar de las dudas que el experimento genético ha deparado durante todo el proceso.
La película muestra durante todo su metraje una tonalidad pálida a modo de metáfora sobre lo que constituyen una prácticas profesionales poco éticas.
Ese poso amargo que deja viene reforzado por que además parece que nos conviene alinearnos con citado comportamiento ya que implica no estar cerca de los seres queridos para así no tener que asumir las consecuencias vitales de la experiencia emocional.
La protagonista acaba concediendo que su hijo marche con su ex, prefiriendo así quedarse con su planta 'de la felicidad' en casa. Así elige lo fácil, sin luchar por lo que quiere.
Durante todo el film se ha jugado con la posibilidad sobre si la planta realmente es capaz de modificar los comportamientos humanos, incluso barajando que pueda haber mutado para una vez consciente de que quieren esterilizarla, influir para que las personas luchen por ella. Así, de manera paralela, la protagonista parece que no está segura sobre si su hijo en realidad quiere permanecer a su lado. Todo el rato se nos mueve en sobre esta disyuntiva. Y es que nunca podremos estar seguros de qué es lo que los demás están pensando, de si quieren o no permanecer con nosotros. La mayoría queremos estar acompañados, pero a la vez no queremos ser abandonados, entonces ¿queremos a los demás por ellos mismos, o por la compañía? De modo que la película constituye una reflexión aguda sobre las motivaciones que nos llevan a estar con los otros, sobre si es por que les queremos, a pesar de que ellos puedan decidir marcharse en un momento dado, o es por que egoístamente no sabemos estar solos.
Un papel clave es el de la psicóloga que de una manera objetiva diagnostica a su paciente como adicta al trabajo, así como de no ser capaz de asumir que su hijo prefiera estar con su padre.
En el ámbito laboral podemos observar cómo sus compañeros se alinean con el representante de la empresa para hacer todo lo posible por que se acuda a la feria, a pesar de conocer que en realidad es dudoso que la planta genere los beneficios por la cual la van a vender.
De este modo observamos cómo este comportamiento egoísta se filtra hasta el ámbito profesional, es decir, es un mal enquistado que llega a varios niveles de nuestra sociedad. Un personaje que representa bien este hecho es el compañero que desea estar con ella. Al final la acaba golpeando por que no se dejaba llevar por los dictados empresariales. La verdad es que el film deja poco espacio al optimismo, no es sólo que el final sea el mencionado con Alice quedando con la única compañía de la planta, si no lo que se podría inferir de todo el conjunto sobre que esos comportamientos ególatras al final recalan en todos, incluso en los que más queremos, nuestros hijos, que aprenden a ser así, de manera ineludible.
George Ulike
La película muestra durante todo su metraje una tonalidad pálida a modo de metáfora sobre lo que constituyen una prácticas profesionales poco éticas.
Ese poso amargo que deja viene reforzado por que además parece que nos conviene alinearnos con citado comportamiento ya que implica no estar cerca de los seres queridos para así no tener que asumir las consecuencias vitales de la experiencia emocional.
La protagonista acaba concediendo que su hijo marche con su ex, prefiriendo así quedarse con su planta 'de la felicidad' en casa. Así elige lo fácil, sin luchar por lo que quiere.
Durante todo el film se ha jugado con la posibilidad sobre si la planta realmente es capaz de modificar los comportamientos humanos, incluso barajando que pueda haber mutado para una vez consciente de que quieren esterilizarla, influir para que las personas luchen por ella. Así, de manera paralela, la protagonista parece que no está segura sobre si su hijo en realidad quiere permanecer a su lado. Todo el rato se nos mueve en sobre esta disyuntiva. Y es que nunca podremos estar seguros de qué es lo que los demás están pensando, de si quieren o no permanecer con nosotros. La mayoría queremos estar acompañados, pero a la vez no queremos ser abandonados, entonces ¿queremos a los demás por ellos mismos, o por la compañía? De modo que la película constituye una reflexión aguda sobre las motivaciones que nos llevan a estar con los otros, sobre si es por que les queremos, a pesar de que ellos puedan decidir marcharse en un momento dado, o es por que egoístamente no sabemos estar solos.
Un papel clave es el de la psicóloga que de una manera objetiva diagnostica a su paciente como adicta al trabajo, así como de no ser capaz de asumir que su hijo prefiera estar con su padre.
En el ámbito laboral podemos observar cómo sus compañeros se alinean con el representante de la empresa para hacer todo lo posible por que se acuda a la feria, a pesar de conocer que en realidad es dudoso que la planta genere los beneficios por la cual la van a vender.
De este modo observamos cómo este comportamiento egoísta se filtra hasta el ámbito profesional, es decir, es un mal enquistado que llega a varios niveles de nuestra sociedad. Un personaje que representa bien este hecho es el compañero que desea estar con ella. Al final la acaba golpeando por que no se dejaba llevar por los dictados empresariales. La verdad es que el film deja poco espacio al optimismo, no es sólo que el final sea el mencionado con Alice quedando con la única compañía de la planta, si no lo que se podría inferir de todo el conjunto sobre que esos comportamientos ególatras al final recalan en todos, incluso en los que más queremos, nuestros hijos, que aprenden a ser así, de manera ineludible.
George Ulike