Hace tiempo que no veo una película tan fresca. Y esto es en varios sentidos. Para empezar emana vitalidad, dado que sus protagonistas son jóvenes, aunque no es sólo para el público adolescente, ni mucho menos, pues otra cualidad que se destaca es que refuerza a los que una vez estuvimos ilusionados con el poder transformador de la música. Sí, es uno de los temas, ya que todo se desarrolla a través del arte del melómano como inspirador de nuevas sensaciones. Todo contado a través de una animación de trazo algo grueso, sin detallismo, pero con mucho estilo y eficacia. Es de reseñar el especial énfasis que se ha realizado en los movimientos al andar y seguir el compás rítmico de los personajes. En definitiva un renovador film que refresca antiguas ilusiones sobre el poder de la música.