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Voto de Reaccionario:
3
Comedia. Fantástico Fontecilla, un pueblo que vivió tiempos de esplendor gracias a la fama de su balneario, sobrevive a duras penas gracias al campo y a un limitadísimo turismo que apenas deja beneficios; ni siquiera el tren para ya en la estación. Don Ramón, el dueño del balneario, harto de su escasa y poco aristocrática clientela, en connivencia con el alcalde, el maestro, el barbero, el dueño del hotel y don José, un acaudalado propietario, urde un ... [+]
5 de abril de 2013
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es evidente que "Los jueves, milagro" tiene dos partes muy definidas. La primera mitad sería como la verdaderamente berlanguiana y la segunda, que empieza con la aparición del actor Richard Basehart, la impuesta por las autoridades del régimen. Por lo que se ve, hubo bastantes problemas con la censura, dicen que no tantos como con "Bienvenido Mister Marshall", en los que no voy a entrar, que hicieron que la idea original quedara bastante distorsionada seguramente por ser blasfema o irreverente. Por este motivo los últimos 45 minutos se vuelven convencionales, aburridos y ñoños pero eso sí, del gusto de los mandamases. La verdad es que toda esta parte es confusa a no poder más, te deja con cara de lelo y hace que "Los jueves, milagro" sea extraordinariamente tonta. ¿Para esto Berlanga se metió en tal fregado? Sea como fuere la película no agradó para nada al público en general y por eso éste fue su mayor descalabro en taquilla.

Claro que tenemos los primeros 40 minutos donde el famoso director da lo mejor de sí... que en esta ocasión es muy poco. Vamos a ver, que los de los pueblos podían ser muy incultos o pobres pero no eran tontos. Y esa pantomima tan grotesca que montan las fuerzas vivas no se la cree nadie. De hecho cuatro años más tarde se produjeron las famosas apariciones marianas de Garabandal y como suele pasar en estos casos, el fenómeno es lo suficientemente extraño y potente como para causar admiración generalizada, por mucho que Berlanga o un progre prefiera pensar que es todo un camelo de la Iglesia. Por eso, la crítica se pierde en el esperpento que el mismo Berlanga ha creado. Situaciones absurdas, guión muy endeble, estereotipos y tópicos sobre la "España en Blanco y Negro" que pueden satisfacer al antifranquista visceral pero no al espectador medio, aunque sólo fueran por falsos. Por eso, repito, la película fue un fracaso.
Reaccionario
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