La mexicana Ana Claudia Talancón es una de las actrices más bellas de las últimas décadas así que por este lado "La venta del paraíso" nos deja buenísimos momentos: Ana Claudia Talancón en un burdel; siendo azotada varias veces; en un negocio de líneas eróticos por teléfono; con su papito y ¡Ándale! ¡Ándale! ¡Arriba! ¡Arriba!, la muy chingada; invitándola a practicarle sexo oral a uno. Pero con todo, el mejor y más sensual sin ninguna duda, a mí que me puede el fetichismo, es en el que lleva el corto uniforme de doncella francesa, cofia y delantal blancos, zapatos de tacón (lástima que no lleve botas) y plumero. Normal que llegue el jefe y... ¡Plas! De todo lo dicho podría creerse dos cosas: que "La venta del paraíso" es una película porno, o por lo menos con una intensa carga sexual, y que es muy buena.

Pues para nada, al revés, la presente es un drama social que huye de cualquier erotismo, con una fuerte impronta de realismo mágico, que siempre me ha parecido un recurso absolutamente nefasto, es un movimiento que detesto por completo. Sí la combinación sobre el papel es ya un desastre, sobre la pantalla lo es más aún: historia que no tiene sentido, un desarrollo muy anodino, personajes y situaciones surrealistas, misterios que conocemos nada más salir. Todo irrelevante, mal llevado y con una tendencia al friquismo que te desarma. Por no hablar de los momentos de realismo mágico, que te dejan con cara de lelo. He leído que se trataría de una película de Luis García Berlanga con personajes de Pedro Almodóvar, así que si se asemeja al cine de estos señores, ya podéis imaginar lo mala que es.