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1
Drama París, 1942. En la Continental Films, productora alemana que realiza películas en la Francia ocupada, dos hombres se enfrentan al mismo dilema que la mayoría de los franceses: ¿es posible seguir trabajando como si no hubiese cambiado nada o hay que negarse a colaborar y abandonar el país? Uno de ellos oculta su apoyo a la Resistencia trabajando como ayudante de dirección, y el otro es un guionista anticolaboracionista. (FILMAFFINITY)
29 de setiembre de 2019
2 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Venía yo muy crecido con la estupenda serie de "Una aldea francesa" (2009-2017), así que pensé que una historia parecida pero en película podría resultar, a pesar de mi reconocida aversión al cine galo. De hecho, la presente "Salvoconducto" promete ya que está ambientada durante la Segunda Guerra Mundial, o lo que es lo mismo, uno de mis tres momentos históricos favoritos de la mano de uno de los tres países/regímenes que más me gustan de ese momento, la Francia de Vichy. Sin embargo, mis esperanzas se difuminaron como a los tres minutos. Señores y señoras, esto es un tostón impresionante. Qué digo, la palabra tostón se queda corta, es algo deforme, una cosa monstruosa que no tiene ni principio, ni final, ni hilo conductor, ni argumento, ni nada, sólo chascarrillos y banalidades. No exagero si digo que tuve que esperar cincuenta minutos para encontrar algo, una conversación, que me llamase la atención. El caos es de tal calibre que hay personajes clave que desaparecen y como a las dos horas adquiere el protagonismo un desconocido. Es un ladrillo tal que es imposible no desconectar.

El responsable de tamaña carnicería fílmica es Bertrand Tavernier, un tipo que va de intelectual, pero que no sólo demuestra ser un director completamente inepto, no se puede catalogar de otra formar a alguien que prescinde de elementos tan básicos como una trama y se limitar a acumular secuencias irrelevantes durante casi tres horas, sino que además demuestra ser un ignorante y un fantasma sexual. Sobre lo último, es imposible creerse a este Don Juan de medio pelo con sus historias amorosas que por otro lado son denigrantes para las mujeres. Pero sobre lo primero el director no sabe cómo era la vida en la Francia ocupada por los nazis, la resistencia, el colaboracionismo o la mentalidad de la época. Todo se ve demasiado falso. No me extraña que "Salvoconducto" no haya contado con ningún asesor histórico. Pero es que encima Tavernier desconoce detalles como que el cine que se rodaba entonces no era histórico, sino de presente alternativo, ni cómo funcionaba un burdel, que se cree que era un lindo rincón donde hacer fortuna las prostitutas, en vez de uno donde eran prácticamente esclavizadas.
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