Thriller sobre secuestros a cargo de David Mamet, que aunque tiene una decena de títulos a su espalda, es más conocido como novelista, ensayista, dramaturgo o guionista, que como director de cine. "Spartan" tiene algunas cosas que pulir pero a cambio nos ofrece un entretenimiento lleno de interrogantes, desde la identidad de la chica secuestrada a la resolución final, que tampoco es que sea muy imaginativa. De hecho parece que el desenlace se ha rodado con prisas. Sea como fuere, la película funcionó muy mal comercialmente pues de los 23 millones de dólares de presupuesto, una cifra tirando a modesta, sólo pudo recuperar algo más de ocho millones.

Si algo llama la atención de "Spartan", además de por Val Kilmer, cuyo parecido con Sergio Ramos, el futbolista del Real Madrid, es muy notable, es por los giros que nos va deparando la trama. Es verdad que tampoco son muy sorprendentes pero sí que cuando crees que se va a enfilar en una dirección, da un volantazo para otro lado. La historia es simple y muchas veces vista: la hija de un famoso política es secuestrada y se sospecha que va a acabar en una red de tráfico de mujeres. A partir de ahí, hay misterio, acción, drama y crítica política, todo con moderación pero con buen hacer. La dirección o el guión es mejorable pero en conjunto está bien realizada.