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Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia. Infantil Cuando su dueño Andy se prepara para ir a la universidad, el vaquero Woody, el astronauta Buzz y el resto de sus amigos juguetes comienzan a preocuparse por su incierto futuro. Efectivamente todos acaban en una guardería, donde por ejemplo la muñeca Barbie conocerá al guapo Ken. Esta reunión de nuestros amigos con otros nuevos juguetes no será sino el principio de una serie de trepidantes y divertidas aventuras. (FILMAFFINITY)
3 de enero de 2013
7 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya lo decían Golpes Bajos, "Malos tiempos para la lírica". A la altura del 2010, inmersos en un período histórico de gran decadencia, de la que dudo mucho que nos recuperamos, películas como "Toy Story 3" ofrecen justo la cantidad de poesía que el público puede digerir. En esta época completamente pedestre las migajas que sirve Pixar parecen a las masas un suculento banquete de emoción, lágrimas y arte cinematográfico. Sin embargo, para los que seguimos recordando hasta donde ha podido llegar el ingenio humano, esta tercera parte es una obra menor, en exceso convencional, facilona y plana como para merecer ni mucho menos la marea de elogios que se ha ganado. Cierto, la historia tiene momentos e ideas que son aprovechables pero nuestros creadores no tienen la sensibilidad, ni el talento mínimo necesario para sacarle rendimiento. Si ahondando en lo obvio, con tan poco esfuerzo y tanta sencillez encandilan, ¿para qué hacer algo mejor?

Dicho lo cual, alguno de estos juguetes te hace gracia. Por ejemplo, el osito, el unicornio, el erizo, Barbie y la mejor de todas, Jessie la vaquera. Esta pelirroja es un encanto pero me temo que ninguno de sus acompañantes está a su altura. Ningún muñeco la merece por lo que ante cualquier acercamiento amoroso te pones a temblar. Para mi, que al final no hay nada con nadie. Mientras tanto parece que se confirma que la madre de Andy es madre soltera. Y sí, la música, incluida la canción "Hay un amigo en mí" te sigue pareciendo tan pastelera como al principio. Y por supuesto la frasecita tan idiota de "Hasta el infinito y más allá" vuelve a aparecer. A propósito, que mucho criticar al malo, pero quienes son unos villanos son unos pequeñajos de la guardería a los que alguien tendría que decir que así no se juega. En cambio, el malo sólo trata de organizar un poco el caos en el que se hallan.

Y volviendo a lo que es la poesía, "Toy Story 3" amaga pero no da. Confieso que la idea del crecimiento de Andy y por lo tanto el olvido de sus juguetes revoletea con buenas intenciones pero tal y como está contado no se le saca el más mínimo rendimiento. Por ejemplo, escoger entre un lugar horrible y otro bueno no tiene gracia. Lo interesante es elegir entre dos lugares buenos (SPOILER). Para hacer grande esta saga habría que haberle imprimido otro estilo alejado completamente de la comedia, más realista y sensible, y por supuesto, más mágico. Insisto, los juguetes cobran vida por la noche y no son personitas que simulan no tener vida como sucede aquí.

Concretamente sobre esta tercera entrega, haciendo una tormenta de ideas en mi casa nos salió el siguiente argumento: mi hermana apuntó que los juguetes debería tener la personalidad, el nombre y las características que el dueño les diera, adaptándose a los mismos según los cambios introducidos por éste, cosa que sucedería con más razón cuando pasa a otro dueño. Incluso deberían olvidar sus anteriores roles. Por otro lado, yo pensé que los juguetes conservan de algún modo la energía que el niño les otorga en sus juegos lo que les permite tener vida luego a la noche. Pero cuando se hace mayor y deja de jugar el niño, el juguete pierde su personalidad y se "fosiliza" convirtiéndose en un objeto sin vida. Con estos elementos, el drama de dejarlos en el trastero o cambiar de dueño cobraría una importancia mayúscula no como aquí donde todo es una fiesta. Supongo que empeñados como estamos en ser vulgares, un argumento tan místico, lírico y bello sería demasiado fuerte, produciría hasta malestar. Como decía, en los tiempos que corren, no hay espacio para tanta poesía. Ya ves, con sólo unas gotitas el público se embriaga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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