A riesgo de perder el poco crédito que pueda tener como "experto" en cine, ahí va mi recomendación favorable para una película que parece mala, de hecho lo es en el fondo, pero que es rabiosamente entretenida, al menos durante algunos fragmentos. Es obvio decir que el atractivo de la cinta está justamente en el dúo protagonista, la mejicana Salma Hayek y la madrileña Penélope Cruz. Confieso que ninguna de las dos está entre mis actrices favoritas por su belleza pero con todo no puedo negar que sean monas las dos. En esta ocasión, me quedo con la centroamericana por muy poquito a pesar de que estaría ya con 39 años, ocho más que la otra, cuando se rodaba el film.

Lo mejor de esta combinación de western, aventura y comedia, no para todos los públicos pero sí puede ser infantil, se ha certificado en España para mayores de 7 años, con lo que estoy de acuerdo, es todo lo que rodea a las protagonistas: sus piques, sus peleas, el entrenamiento, que no tiene precio, o cómo le dan la vuelta a los estereotipos del género. En este sentido es un gran acierto que hayan construido a unas heroínas, antítesis del clásico y rudo vaquero, igualmente eficientes pero patosillas, coquetas, simpáticas y habladoras, o sea, femeninas. La trama atracadora es más floja cayendo en alguna que otra exageración pero con estas inocentes bandidas no nos hace falta ya más.