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Voto de Reaccionario:
5
Drama Charlotte es una famosa concertista de piano que ha estado tan volcada en su carrera que no ha visto a su hija Eva en siete años. Eva, que vive con su marido, un pastor protestante, y con una hermana gravemente incapacitada, mantiene con su madre una relación de amor-odio. Después de tantos años, Charlotte decide ir a visitarlos, pero el encuentro pronto se convertirá en un tenso duelo entre madre e hija. (FILMAFFINITY)
4 de setiembre de 2015
2 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay personas que son esencialmente egoístas, controladoras, manipuladoras y de nula empatía emocional. Si por desgracia nos toca una cerca sabréis que la convivencia no es nada fácil, al no ser que seamos lo suficientemente hábiles para desentrañar su naturaleza y pasar de sus reproches. Pero si por desgracia esa persona es nuestra madre y nosotros somos niños pequeños, el daño puede ser enorme. Eso es precisamente lo que plasma Ingmar Bergman en "Sonata de Otoño". el acercamiento a una pianista que sólo piensa en sí misma, Charlotte (Ingrid Bergman), y su hija, Eva (Liv Ulmann), que junto a un gran inmadurez guarda sentimientos de más odio que amor hacia su progenitora.

El punto de partida es correcto y los personajes o diálogos, aunque algo recargados, tienen intención. Lo malo es que termina siendo obvia, además de artificiosa en algunos fragmentos A fin de cuentas, la película sólo consiste en echarse una a la cara de la otra lo mala que fue o lo que ha sufrido con ella. Salvo lo dicho no tiene nada, ni siquiera una trama, con lo que puede aburrir. "Sonata de otoño", en realidad el cine de Bergman, es fuente de inspiración para Woody Allen en general y su "Interiores" (1978) en particular, pero el alumno supera de largo al maestro. Allen nunca es ampuloso sino natural y absolutamente certero en sus diálogos y retratos psicológicos, y como director/guionista, mucho más rico.
Reaccionario
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