Insisto en que con este tipo de historias de terror, en realidad para todo aquello que toque lo paranormal salvo tal vez algunas excepciones, queda muchísimo mejor la ambientación decimonónica, entendida de finales del XIX hasta los años 20 del siglo siguiente. El ejemplo de esto sería, la de por otra parte razonablemente similar, "La maldición de Rookford" (2011) o "La mujer de negro" (2012), por citar títulos recientes. En cualquier caso tenemos una película que se quiere aproximar a lo antiguo, esa hermosa y solitaria mansión, el coche o la ubicación en la campiña inglesa, se supone que de miedo, un miedo clásico basado en los ¿fantasmas? y no en la sangre y las vísceras, como a veces sucede, pero que en realidad no te deja ni un repullo. Aún así, parte del gancho de este trabajo está en el invitado principal, es decir, el muñeco en forma de niño, que en efecto sí da mal rollito.

"The boy" es original, tiene una protagonista, Greta (Lauren Cohan), de cierto atractivo y en algunos tramos te genera intriga para saber que misterio se esconde, si posesión del muñeco o psicópata oculto. Sin embargo, a pesar de todo, la obra acaba pecando por su falta de credibilidad. Por ejemplo, yo nada más ver a este boy al que tengo que cuidar, me voy del lugar. En cualquier caso, la institutriz no reacciona adecuadamente ante nada de lo que le sucede. Si es un asaltante, no avisa a la policía. Si es un espíritu, tendría que hablarlo con un exorcista, medium o sacerdote, digo yo. Lo peor es que todo esto podría arreglarse con algunas escenas "explicativas". Por ejemplo, ¿no sería más creíble que Greta ya supiera que va a atender a un muñeco, pero que los viejos aunque trastornados no son en ningún modo peligrosos, según le explica la empresa o agente que la contrata?