Impresiona ver el reparto trufado de estrellas de "Un puente (muy) lejano". Diría que es uno de los mayores de la historia del cine, quizá solo superado por "La Conquista del Oeste" (1962) o alguna de temática religiosa. Otra cosa distinta es que con ellas Richard Attenborough logre rodar una buena película. Ya se sabe lo que pasa en el fútbol o en cualquier deporte. Un conjunto de estrellas no hacen de por sí un buen equipo. Lo que hace falta es ensamblar las individualidades. En este caso, el trabajo que nos ocupa carece de unidad y tiene muy poca claridad expositiva, hay demasiadas tramas, lo cual hace que sea confusa, y también personajes, algunos de los cuales son muy poco relevantes, por ejemplo, el de James Caan, Gene Hackman o Michael Caine, claramente desaprovechados.

La película se basa muy fielmente en la operación aliada conocida como Garden Market ubicada en los Países Bajos a finales de 1944. Prácticamente todo lo que sale aquí es verídico lo que la hace ser una buena pieza de documental. Ahora bien, como obra de arte, no aburre, lo reconozco, pero tiene poco gancho. Gusta lo justo por la recreación histórica y las batallas en las que se derrochan aparatos y extras. Pero la atractiva historia, con un buen planteamiento incluso, empieza a hundirse justo cuando debiera cobrar fuerza. Es empezar la operación y hacerse un lío con tantas divisiones, puentes y jefes. Muchas veces no sabes ni por donde andan. Es verdad que te lo dicen al principio pero como no apuntes los detalles en un papel, te perderás. Sí lo haces, puede que te guste más a que mí.