Después de decepcionarme Terry Gilliam con "Doce Monos", este director ha vuelto a hacerlo con esta, no obstante, aceptable película. Lo digo porque la historia es lo suficientemente atractiva como para haber filmado un gran drama. Pero Gilliam se equivocó gravemente en el tono a adoptar. Aunque trata de mantener el drama se decanta más por la comedia lo cual es un inmenso error.

Ciertamente la película te hace reír en bastantes ocasiones, Robin Williams está estupendo como chiflado y los secundarios estrambóticos ayudan para apuntalar la comedia. Pero cuando se ponen serios, como cuando Parry le cuenta a Jack la historia del Rey Pescador, uno piensa que una historia tan potente, tan profunda daba para muchísimo más.

Al final el Grial apenas significa nada y la historia romántica de Parry está demasiado forzada. Igualmente peca de demasiada superficialidad, de artificialidad en la presentación de los personajes y de cierta melosidad que descafeínan la cinta.