Es estúpidamente ridícula con todos y cada uno de sus personajes y eso lo hace con tanta naturalidad que termina, en el mismo primer capítulo, por conquistarte de pies a cabeza. Aunque no quieras, te ríes, te ves obligado a hacerlo, aunque solo sea por pura vergüenza ajena.

La trama es bien sencilla. Una estrella de cine se enamora de una chica corriente aunque a ella eso de enamorarse le cueste más. Con mucho la personalidad de la protagonista es lo mejor de la historia, aunque su compañera de piso no se queda atrás y forman ambas un tándem perfecto.

¿Quieres pasar un rato feliz como una perdiz? Starstruck, te aseguro, se encargará de ello. Cuando te encuentras una serie que brilla es porque entre las manos tienes una joya.

Los capítulos duran tan solo 22 minutos y son tan entretenidos como comer una bolsa de pipas.