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Voto de willieyenka:
7
Comedia Torrente es un policía español, fascista, machista, racista, alcohólico y del Atleti. Tiene un vecino llamado Rafi, al que le gustan las películas de acción y las pistolas, y que vive con su madre y su prima Amparito, una ninfómana. Juntos, Torrente y Rafi, patrullarán por la noche las calles de la ciudad. (FILMAFFINITY)
3 de noviembre de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Santiago Segura es un tipo divertido, más listo que el hambre y provocativo hasta la náusea: más de uno recordará sus increíbles apariciones en el programa No te rías que es peor (TVE), su truculento corto Perturbado (1993) o sus abiertos comentarios ante los medios en la promoción de Torrente, cebándose con el chaval que interpreta al hijo de un dominguero - cuando está con Javier Cámara disparando a las latas y perturbando a todo el vecindario -
Antes de triunfar como actor, director y productor en la gran pantalla, los periplos de Segura por la periferia televisiva son extensos: figuraba como guionista en Esta noche cruzamos el Mississippi (Tele5) y como presentador en El peor programa de la semana (TVE) o Dobles parejas (Antena3)
Sus cortos le sirvieron de trampolín para irrumpir en el mundo del cine y codearse con los mejores directores nacionales. Sin embargo, creo que le debe mucho a la magistral El día de la Bestia (Alex de la Iglesia,1995), ya que bordó el papel de José Mari, un personajazo que encandiló al público, sin duda la mejor interpretación de su carrera junto a José Luis Torrente.
Hay mucha gente que piensa que Torrente, el brazo tonto de la ley es una película cutre y sobrevalorada. A mí me parece todo lo contrario: la puesta en escena transpira el hedor del protagonista, el guión es cáustico y los personajes son patéticos, y brillantes, como el padre (Tony Leblanc), Rafi (Javier Cámara) o el trío kamikaze que recluta Torrente para su misión.
Santiago Segura ha creado tendencia con un film sin pretensiones, tiene su mérito.
Además se ha revelado como un gran empresario: defendiéndose como gato panzarriba ante los ataques del público en general y la crítica en particular por producir Torrente 3, el protector, algo que poco o nada tiene que ver con el cine. Ha decidido explotar comercialmente su franquicia, aprovechándose de su innegable talento para las relaciones públicas, con cameos de todo origen y procedencia.
Las secuelas de Torrente (sobre todo la última) nos desvelan a un Santiago Segura salvajemente capitalista, que no hace justicia a su primer largo como director. Un film que nos ha brindado a uno de los mejores antihéroes del cine español.
willieyenka
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