El Atlas de las nubes tiene buena intención, no lo voy a negar, pero el resultado es desastroso. Es complicado mezclar tantas historias independientes y que te salga algo coherente. Porque no, esta película no tiene sentido. Aunque le hubiesen añadido otra hora de metraje (gracias a los cielos no lo hicieron) hubiese seguido sin funcionar.

A mí me huele que su principal finalidad era disfrazar a un grupo de actores para llevarse algún premio de esos que a nadie impresiona. Y vaya si lo consiguieron. Así que satisfechos seguro que se quedaron. Yo no.

Y ahora escribo lo que había venido a decir...lo otro era de relleno. (Ejem)

Una cosa que me dejó atónita, estupefacta, pasmada, boquiabierta, patidifusa, turulata, alucinada, confundida y desconcertada.

Fue en el momento en el que cogieron a una coreana y la pusieron el pelo bermejo, unas cuantas pecas y los ojos azules. Entonces dijeron “¡¡Ala!! mira lo que hemos hecho, ¡¡pero si parece caucásica!!”