Seguramente estamos ante unos de los primeros westerns crepusculares, que tanto abundaron en la década de los 70. Es un cambio de ciclo en el oeste y no todo el mundo quiere o puede adaptarse a los cambios. Los terrenos se cierran con empalizadas, el ganado está más controlado y hacen falta menos vaqueros, con lo que el trabajo escasea, los grandes ranchos los dirigen fondos de inversión del este, que no han visto un rancho en su vida, por lo tanto la vida nomada y desarraigada toca a su fin. El mundillo de los vaqueros está muy bien reflejado, la camaradería, las bromas pesadas, la rivalidad, cierta chulería y un codígo de honor y buenas prácticas. Lee Marvin estupendo como siempre, rodeado por ilustres veteranos como Jack Palance, Jim Davis o una espléndida Jeanne Moreau, con un papel corto, pero muy interesante, como la prostituta de buen corazón, enamorada del protagonista, la psicología de los personajes muy conseguida, un western al que no le sobra nada ni le falta nada tampoco, peleas a puñetazos, tiros y duelos a pistola, lo dicho, un clásico.