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España España · arges
Voto de hector:
9
Comedia. Musical Han pasado tres años desde que conocimos a los protagonistas. Ahora todos parecen más centrados en sus relaciones de pareja: Javier (Ernesto Alterio) quiere casarse con Marta (Verónica Sánchez), una joven médico que le ha quitado el miedo al compromiso. Pedro (Guillermo Toledo) está perdidamente enamorado de Raquel (Lucía Jiménez), con la que se plantea un futuro en común. Y Rafa (Alberto San Juan) cree haber encontrado la felicidad ... [+]
1 de febrero de 2006
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Ya han pasado tres años desde que Emilio Martínez-Lázaro contara de forma peculiar la historia descabellada de tres hombres particulares: Javier (Ernesto Alterio), Pedro (Guillermo Toledo) y Rafa (Alberto San Juan). Entonces, "El otro lado de la cama" se convertia en un experimento que cosechaba buenos resultados introduciendo el musical como parte original de una trama que habría funcionado como comedia. Sin olvidar la premisa musical, "Los 2 lados de la cama" trae de nuevo a la gran pantalla a los tres personajes principales de la primera parte para dejarnos ver cómo han evolucionado. Aunque no han aprendido a cantar, han decidido dejar su vida libertina y empezar una trayectoria madura en compañía de tres mujeres. Marta (Verónica Sánchez), Raquel (Lucia Jiménez) y Pilar (María Esteve). A pesar de sus intenciones, el destino reserva a estos tres hombres un futuro distinto al que esperaban. Desvelar que es lo que hará que sus vidas tomen caminos distintos a los planeados es contraprudecente si se quiere conservar la sospresa que hace de esta película una de las mejores comedias españolas de los últimos tiempos, pero lo que si se puede decir es que todo es posible. Con un argumento simple y unos cuantos elementos casi inverosímiles, "Los 2 lados de la cama" logra fácilmente su propósito: entretener, divertir y causar la carcajada del espectador, cómicas situaciones y diálogos ridículos y surrealístas contribuyen a que el rato en la butaca pase rápido y sin necesidad de grandes reflexiones, porque esta película no tiene más pretensiones que eso: pasar el rato. Y a pesar de que sín música la comedia en sí no perdiera mucho como tal, quizás ese punto sigue siendo el original. Y no hace falta que los personajes sepan cantar, porque ese no es el sentido de la película, sólo hace falta que viva situaciones en los que cualquiera de nosotros nos sentiríamos como protagonístas de una comedia: la vida mísma.
hector
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