Veo un film con bastantes sensaciones encontradas. Por un lado la magistral actuación del habitual Ricardo Darín, aportando la imagen de un político sereno, trabajador, responsable, en definitiva, humanizando bastante la visión del mundo de la política, por otro lado veo que, a una buena trama con una cumbre en la que se pone en evidencia lo que acontece en las trastiendas políticas a la hora de llegar a acuerdos, se le une una trama personal que, si bien engrandece la figura del presidente de la Republica Argentina teniendo que decidir aspectos fundamentales, decisiones trascendentales con una situación familiar crítica, y dando por hecho que no le van a afectar, la trama ésta última de la hija no me parece lo suficientemente adecuada.

Nos queda sin resolver el por qué imagina cosas que no han pasado, o quizás sí, y luego, el final es muy escueto para mí, creo que podía haberse estirado un poquito más enseñándonos la reacción de los dos polos opuestos de la cumbre, Brasil y Estados Unidos. Para mí prometía mucho la película al principio pero se ha quedado en el camino. Un 5.