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España España · Barcelona
Voto de David MS:
8
Intriga. Thriller Mike Church (Branagh) es un detective de Los Ángeles especializado en la búsqueda de personas desaparecidas. Pero el último trabajo que le han encargado es muy distinto: debe ayudar a una hermosa mujer (Emma Thompson) a recuperar la memoria perdida, a descubrir quién es. La única pista es una pesadilla recurrente en la que alguien, en los años cuarenta, la apuñala con unas tijeras. El sueño es de un realismo tal que ha convertido su ... [+]
23 de setiembre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kenneth Branagh es conocido sobre todo por el aficionado al cine por sus múltiples adaptaciones cinematográficas de las obras de Shakespeare, no siendo el cine basado en la época contemporánea muy habitual en su extensa filmografía, en este grupo se podría incluir posiblemente La Huella, aunque más bien se trata de un remake, una puesta al día de la película de Joseph L. Mankiewicz. Otro de los films de Branagh que suceden en la actualidad es Morir Todavía, una pequeña joya de principios de los 90, no lo suficiente valorada, que quiero reivindicar desde ya mismo.

Una mujer (Emma Thompson) aparece en un convento con amnesia y fuertes pesadillas, un detective (el mismo Branagh) la ayudará en la investigación por recuperar su identidad. La cosa da un vuelco cuando hace acto de presencia un hipnotista (Derek Jacobi), que mediante sus métodos descubrirá que lo que aflige a la mujer es algo que le pasó en una vida pasada, donde resultaba ser asesinada por su marido (otra vez Branagh), un compositor celoso de la relación de su mujer con un periodista (Andy Garcia).

Podría ir más allá en su argumento, pero si la quiero reivindicar es precisamente porque pienso que Morir Todavía merece un visionado y no quiero llenar la entrada de Spoilers.

Estrenada en 1991, tratándose del primer largometraje de Branagh para un gran estudio, la Paramount, en su momento fue un moderado éxito en taquilla, recibiendo buenas críticas, siendo Branagh comparado con el mismo Orson Welles (posiblemente por sus toques de cine negro), aunque mientras la redescubría pensaba más en Alfred Hitchcock, demostrando Branagh tener una gran idea de cómo generar suspense, además de un climax (excelente el montaje) que no hubiera desentonado para nada en cualquier película del realizador de películas como Vertigo, La Soga, Psicosis y Frenesí (otra a reivindicar).

Con un elaborado guión de Scott Frank lleno de sorpresas y personajes bien caracterizados y notablemente interpretados, desde Branagh en su doble papel (simpático como detective y sobrio como compositor), pasando por Thompson que también repite y demuestra tener química con Branagh (de hecho, en ese momento ambos estaban casados, lo que por otro lado no quiere decir que una pareja funcione en pantalla). En papeles más secundarios, un esplendido Derek Jacobi, un Andy Garcia con un personaje algo más plano que no tiene problema en interpretar (tampoco ha sido nunca un actor de grandes registros) y sobre todo un excelente e inquietante Robin Williams sin acreditar, demostrando ya en aquel 1991 que era capaz de interpretar personajes más oscuros, como haría la mar de bien después en Retratos de una Obsesión de Mark Romanek e Insomnio de Christopher Nolan. Por último, citar la breve participación de Campbell Scott, pareja de Julia Roberts en Elegir un Amor, que se marca una patada de Karate algo fuera de contexto.

En la fotografía, Matthew F. Leonetti, que combina el B/N (en los flashbacks, de corte clásico) con color (cuando la acción se sitúa en el presente). Le acompaña en la banda sonora, Patrick Doyle, colaborador habitual del director, con una sonoridad que acentúa los elementos intrigantes del largometraje (igualmente a destacar la música en el clímax).

Ahora que ha bebido las mieles del éxito comercial con Thor, va bien recordar los inicios más modestos de este gran director e intérprete irlandés.
David MS
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