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España España · Barcelona
Voto de David MS:
3
Thriller Crónica de los últimos días de la vida de Edgar Allan Poe. El escritor colabora en la búsqueda de un asesino cuyos crímenes se inspiran en sus obras. La muerte de Poe siempre ha estado envuelta en el misterio: fue encontrado en las calles de Baltimore, en un estado deplorable, vistiendo la ropa de otra persona, y repetía el nombre de Reynols, un explorador polar protagonista de sus novelas. Poco después, murió en el hospital sin llegar ... [+]
23 de agosto de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las dos primeras películas de James McTeigue fueron la excelente V de Vendetta y la absurda Ninja Assassin. Hay que decir que en la producción de las dos aparece el nombre de los hermanos Wachowski, quienes suelen utilizar a McTeigue como director de segunda unidad en sus largometrajes (la trilogía Matrix, Speed Racer). Tras esta época de apadrinamiento por parte de los Wachowski, McTeigue coge las riendas de un proyecto que no tiene nada que ver con los creadores de Matrix, se trata de The Raven (El Cuervo), traducida en España como El Enigma del Cuervo (imagino que para no confundir a cierto público, que podría confundirla por un remake sobre el personaje de mismo nombre creado por James O'Barr, y que el fallecido Brandon Lee ya protagonizó en 1994).

Estrenada el pasado abril con escaso interés y malas críticas por parte del público, El Enigma del Cuervo será más recordada por un acontecimiento sucedido antes del estreno que por el resultado del propio largometraje. La página web 'Ain't it Cool News' publicó una crítica tras visionar The Raven en un pase selecto. La crítica fue tan mala que los productores de la película reclamaron que la retiraran, al pensar que podría dañar la reputación de la cinta antes de su comercialización y por lo tanto, antes de sacarnos la pasta.

El Enigma del Cuervo surge de la imaginación del escritor Edgar Allan Poe, por lo menos indirectamente, pues en realidad ha sido escrita por Ben Livingston y Hannah Shakespeare. Al decir indirectamente me refiero a que la película de McTeigue coge algunos relatos que escribió Poe (El Cuervo, La Máscara de la Muerte Roja, El Foso y el Péndulo...) y pone al mismo Poe (John Cusack) como protagonista de los mismos, tratando de resolver los crímenes que comete un asesino que se basa en las obras que él ha escrito. A Cusack le acompañan Luke Evans, Alice Eve y Brendan Gleeson.

Hay rumores de que V de Vendetta fue dirigida en realidad por los hermanos Wachowski. No sé si es cierto o no, pero eso explicaría la ineptitud de McTeigue en posteriores trabajos, no tanto en Ninja Assassin (que siendo mala carecía de pretensión) como en este El Enigma de el Cuervo, donde se atreve a revivir a Edgar Allan Poe para situarle en una historia que combina biopic con ficción, con terrible resultado, pese a la originalidad y el juego que podría dar esta idea... en manos de otro director.

En el terreno de la ficción la película flaquea de entrada al no aportar nada en el guión que pueda sorprendernos. Es otro calco a películas de policías y detectives al estilo Se7en y El Silencio de los Corderos, con los protagonistas paseándose por los escenarios de un crimen tratando de dar con una pista que les lleve a dar con el, en este caso, intrascendente asesino. Intrascendente porque a nadie sorprende y a nadie le importa allá cuando aparece por el desenlace. Cuando el guión se enfoca hacia la parte biográfica la cosa tampoco mejora. Primero porque El Enigma del Cuervo no trata de ser retrato ni homenaje de Poe, sino más bien un intento de traer al personaje al siglo XXI y hacer de él un nuevo Sherlock Holmes (versión Downey Jr) vendepalomitas. No obstante, peor que el guión es la interpretación de un estrafalario, gritón y sobreactuado John Cusack, echando a perder todo interés que tiene Edgar Allan Poe (y eso que Cusack me gusta).

Todo está llevado de manera anodina, impersonal y falta de ritmo por un James McTeigue que consigue aburrir los 105 minutos que dura The Raven. Más interesado en crear escenas de acción televisivas (en el peor término de la palabra) y cuatro momentos gore, que en crear una atmósfera que recuerde al escritor que protagoniza su película. Con una puesta en escena que es un cruce, un pastiche que coge elementos clásicos del cine de la Hammer (o de Sleepy Hollow mismo) y los combina con la alta tecnología procedente del cine más actual (el ridículo plano de la bala hecho por CGI), haciendo de su tercera película un producto que mancilla la obra de Poe.

A salvar algo, si es que se puede, la dirección artística (los decorados y escenarios del crimen) está lograda, y en el apartado interpretativo el papel de Luke Evans como detective Fields, con más fuerza que el de su compañero Cusack. Poco bueno en una película que es un refrito de muchas otras (superiores): Desde el Infierno, Se7en, Saw, Sleepy Hollow y hasta series como CSI.
David MS
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