Cuando a uno le gusta mucho el cine no solo como afición, sino que entiende, seguro que si le dicen que Ed Harris, Gary Oldman y Sean Penn hacen juntos una película las babas parecen las cataratas del Niágara por tal inmensidad de talento. Ese sueño fue realidad en 1990, pero...

Con 'El clan de los irlandeses' da la sensación de que con un mejor director y un guión algo más pulido podría haber quedado una mejor película de lo que ya es. Harris y Oldman son de lo mejor de la película gracias a unos personajes que aprovechan todo su potencial; de hecho, el propio Oldman confirmaría lo que llevaba prometiendo con 'Drácula de Bram Stoker' donde dio un recital. Sean Penn tiene un personaje con el que hace lo que puede, pero tiene un carácter que le quita lo que podía haber dado. No se puede conectar del todo con él.

Phil Joanou venía con el cartel de haber dirigido un documental para U2, sin embargo creo que era poco capitán para tanto barco o poco jinete para un pura sangre. Con otro director que hubiese controlado mejor las escenas y no quedasen a medio camino de ser una cuasi obra maestra y un guión que puliese la trama del topo y al personaje de Penn, 'El clan de los irlandeses' habría sido una gran película.

Aún así, queda como una más que decente, pero menos que sobresaliente, cinta de gángsters con un cuarteto de ases (no hay que olvidar el trabajo de Robin Wright como la sufrida Katheleen), una trama con buen ritmo y un final redondo.

Un remake no le vendría mal. Ahí lo dejo.