Me gusta el humor absurdo. Soy muy fan de los Monty Python y también de la Hora Chanante. Aquí hay algo de eso por momentos. Pero me ha resultado demasiado incómodo el troleo constante a los entrevistados. Para mi gusto se les fue un poco la mano y es una pena, porque la producción es buena. Se cuentan cosas muy interesantes entre troleada y troleada. Apuntes curiosos, divertidos, mordaces (como cuando dice que los griegos inventaron cosas ya extintas como la democracia). No tengo nada contra el tono humorístico, al contrario. Me parece un acierto abordar la historia de esta manera para llegar a un público más amplio y favorecer la divulgación. Pero el troleo... amigo, el troleo... ahí se les fue la mano.