Bueno, no es un slasher de Pinhead, lo cual, visto lo visto con las secuelas de Hellraiser no es moco de pavo. Le falta mucho sentido del ritmo, carente de pausas para crear atmósfera o de un acompañamiento musical más prominente. No consigue debido a esto superar esa excesiva linealidad que sufren muchos de los thrillers de terror psicológico de este estilo (La Novena Puerta, Shutter Island...) centrados en un detective atormentado. Craig Sheffer está genial en el papel de policía corrupto y putero. Una reinterpretación del detective Harry D'Amour un poco más moderna y llevada al límite, jeje.

En el camino que lleva al (esperable) desenlace falta coherencia. Estas aparentes inconsistencias del guión empiezan a pesar sobre la película en el último tercio, por mucho que se le quiera afrontar la paranoia y el desquiciamiento de Thorne como parte integral de la película (que es así, en cualquier caso). Los efectos especiales para una producción directa al DVD son correctos para la época, con unos cenobitas bastante resultones (Pinhead, The Wire Thins y una especie de Chatterer sin piernas) especializados por supuesto en llevar al límite el dolor corporal, con la siempre presente atracción visual del malsano gore de las mutilaciones que llevan a cabo.