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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
10
Terror. Intriga. Thriller Marion Crane, una joven secretaria, tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera regentado por un tímido joven, Norman Bates, que vive en la casa de al lado con su madre. (FILMAFFINITY)
19 de febrero de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra maestra y pieza fundamental en la historia del cine, Psycho (1960), o Psicosis, es un hito en la carrera de Alfred Hitchcock. El director llevó al arte de narrar con imágenes a una de sus máximas expresiones.

Por Nicolás Bianchi

“No es un mensaje lo que ha intrigado al público. No es una gran interpretación lo que ha conmovido al público. No es una novela de prestigio lo que ha cautivado al público. Lo que ha emocionado al público es el cine puro”, le dijo Alfred Hitchcock a Francois Truffaut en una entrevista para el libro El cine según Hitchcock. El cine puro, al decir del director, podría comprimirse en una sola escena, la más famosa de la película, aquella en la que quien creíamos que era la protagonista es asesinada a cuchillazos en la ducha.

Por esa secuencia se podría decir que Psycho es una película rebanada al medio, casi en dos mitades perfectas. Todo comienza en una habitación de hotel a mediodía, donde una pareja conversa luego de un encuentro sexual. Marion Crane (Janet Leigh) le explica a Sam Loomis (John Gavin) que para continuar con su relación deben formalizar. No más encuentros a escondidas, no más horas robadas al trabajo. Hay una moral que sostener en el Estados Unidos a mediados de siglo XX, y si una pareja quiere tener sexo debe ser bajo ciertos parámetros.

Marion, para perseguir ese sueño, perpetrará un robo. En su trabajo como secretaria en una inmobiliaria se encuentra con la posibilidad de hacerse de 40 mil dólares en efectivo que debería depositar en el banco por la compra de una propiedad. Sin muchos rodeos la mujer toma el dinero y huye. El primer juego psicológico de la película se da en torno a la paranoia de la protagonista que huye con el botín. Algún encuentro con la policía refuerza los temores de Marion.

De camino desde Phoenix a Fairvale, donde vive su novio Sam, Marion para en un hotel en la ruta, el a partir de esta película famoso ‘Bates Motel’, que cuenta con 12 habitaciones deshabitadas porque la construcción de la autopista lo dejó a un costado del camino principal. Allí solo se encuentra Norman Bates (Anthony Perkins), el administrador, y su madre, al parecer de carácter muy dominante, que vive en una casa, un tanto tenebrosa, detrás del albergue.

Norman es apuesto, delgado, educado y agraciado. Lo más alejado que se pueda pensar a un monstruo. Solo su afición a la taxidermia, el arte de embalsamar animales, pone un manto de sombras sobre su figura. Al fin y al cabo es una actividad en contacto estrecho con la muerte. Dentro de esos juegos simbólicos que Hitchcock hace tan bien es importante aclarar que Crane, el apellido de la protagonista, puede traducirse como grulla, un tipo de ave. La habitación de Norman en la que Marion cena está repleta de lechuzas, águilas y otros pájaros embalsamados. La grulla en manos del taxidermista.

Norman amablemente le prepara la cena a Marion, rendida de cansancio luego de manejar durante todo el día. Luego de una charla entre ambos a la mañana siguiente Marion decide volver sobre sus pasos. Se va a redimir. Saca cuentas sobre lo que gastó, lo que indica que de vuelta en Phoenix su intención será devolver el dinero. Pero antes de partir decide tomar una ducha.

La famosa escena de la ducha es perfecta. En principio el detalle con el que se muestra las acciones del personaje cuenta el momento que atraviesa Marion. Abre el agua y comienza a bañarse, a lavarse. Primero la cara y la cabeza. Una interpretación posible es que Marion está por regresar y arreglar su desatino. El hecho de limpiarse coincide metafóricamente con lo que el personaje quiere hacer. Pero Hitchcock, basado en la novela de Robert Bloch, tiene otros planes.

A partir de ese momento el thriller elegante, habitual en la filmografía del director, deja paso a la película de terror estadounidense. Recién dieciocho años más tarde la figura del asesino serial, a partir de Halloween (1978), será un arquetipo habitual en el cine estadounidense. Psycho, que hasta el minuto 46 de duración, cuando comienza la secuencia de la ducha, había sido un relato sobre un robo y la paranoia de Marion pasa a ser la revelación de un monstruo.

O de dos. Los verdaderos protagonistas de la película pasan a ser el novio Sam y la hermana de Marion, Lila (Vera Miles), que comienzan a buscar a la desaparecida mujer. De a poco se revela a la terrorífica señora Bates, la madre de Norman, a quien su hijo protege y con quien tiene una relación sumamente enfermiza. La revelación en una de las últimas escenas de la película, cuando Lila llega al fondo de la verdad, todavía hoy produce sobresaltos.

A partir de Psycho el asesino, el monstruo, el terror está adentro. No es un ente proveniente de un lejano país ni una criatura creada por la energía atómica. Norman Bates es un americano blanco y apuesto. El candidato ideal para cualquier mujer, si es que fuera enteramente heterosexual. Norman Bates es un psicópata monstruoso creado por una madre aterradora. El cine evoluciona en Psycho, no solo por la destreza visual de Hitchcock sino también por su audacia narrativa.
El Golo Cine
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