Haz click aquí para copiar la URL
España España · El Puerto de Santa María
Voto de Jesus Gonzalez:
8
Thriller. Western. Drama Diez años después de la caída de la economía occidental, las minas australianas continúan su actividad y atraen a los hombres más desesperados y a los más peligrosos. En medio de una sociedad moribunda, sobrevivir es una lucha de cada día y sin leyes. Eric abandonó todo. Ahora es un vagabundo, un hombre solitario y amargado. Cuando una pandilla le roba lo único que le queda, su coche, decide perseguir a sus miembros. Para encontrarlos ... [+]
21 de abril de 2015
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La actuación de Robert Pattison en esta película marcará un antes y un después en su carrera cinematográfica. Los que lo recordábamos como aquel mago repelente o el vampiro más afeminado del cine, nos frotamos los ojos al verlo interpretar un papel sumamente complejo, lleno de matices y capas, que evoluciona, transmite y emociona.
Por otro lado, tenemos al verdadero protagonista de la historia, un demacrado Guy Pearce, un tipo duro, durísimo, joder, ¿tan duro? Y más, o quizás al final no tanto, quizás solo es un hombre con una pesada carga a cuestas, sin nada que perder, sin nada por lo que luchar.
La historia, sin dejar de ser brillante (el primer plano de Pearce en el coche hay que revisionarlo una vez terminada la película) no podía tener un inicio más simple: en una Australia desértica, podrida, repulsiva, donde las personas no albergan ya ninguna esperanza ni poseen ilusión por nada, a un hombre le quitan lo único que aún poseía: su coche.
A partir de aquí se desarrollará, de manera intermitente, una persecución a través de desiertos, parajes abandonados y carreteras interminables, protagonizada por nuestros dos protagonistas, los cuales intercambiarán diálogos abruptos, de frases escupidas y miradas desafiantes, pero que dejan intuir mucho más de lo que muestran a simple vista.
La película, de una fotografía excepcional, deja escenas memorables, entre ellas, varios asesinatos donde la violencia sucede tan crudamente que logra introducirte en este pequeño infierno creado por David Michôd haciendo que te sientas sucio, asustado, como un perro enjaulado para que no se lo coman.
Como un perro.
Jesus Gonzalez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow