Es una película que no deja indiferente a nadie por sus altibajos en la comicidad. Me he reido, evidentemente, pero también me he aburrido a ratos intentando imaginar como de surrealista sería la siguiente escena.
Irremediablemente ha de compararse con "la otra", Borat, mejor en cuanto a resultado que ésta.
La interpretación es muy buena y las escenas a las que se enfrenta Bruno son tragicómicas e incluso rozan el esperpento y la vergüenza ajena pero, conociendo los antecedentes de Sacha, era de esperar un film así.
Por supuesto no apta para ver con menores e incluso tampoco para ver con algunos adultos.
Se deja ver (buen acierto no hacerla larga de duración). Le pongo un 5 ALTO.