La verdad es que cuando terminé de ver la pelicula en la butaca del cine, me quede con una sensación extraña.

Extraña en cuanto a que no habia acabado de coger el "feeling" a la película, como esa sensación de cuando algo te entretiene pero no te acaba de terminar. Sin embargo tambien he de decir que no pestañeé en toda le película, por un lado por el despliegue técnico y visual de tramos de la película, como por el echo de poder contemplar el último trabajo del tristemente fallecido Heath Ledger, asi como por la atmósfera de sorpresa por el devenir de los acontecimientos que transcurren en la película.

Así pues podríamos decir que nos encontramos ante una película interesante que decae conforme avanza, no apta pera personas "realistas" y que huyen de la ficción, y no apta para las personas a las cuales Terry Gilliam les pone de los nervios por no entender sus tramas.