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Voto de Sergio Berbel:
10
Thriller. Drama Rodada en un único plano secuencia, el film tiene como escenario el famoso barrio berlinés de Kreuzberg. La cámara es testigo de todo lo que le pasa a la joven Victoria, una joven española de Berlín, durante dos horas de su vida: desde las cuatro de la mañana hasta las seis: desde que conoce a cuatro jóvenes para los que la noche acaba de empezar, y cómo en ese breve periodo de tiempo le suceden cosas que darán un giro total a su vida. (FILMAFFINITY) [+]
23 de febrero de 2021
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Victoria” es una de las grandes películas europeas de los últimos años desde mi personal prisma. No exageran los elogios de la crítica. Lo que más amo del cine es el plano secuencia y la cinta de Sebastian Schipper nos regala un único plano secuencia de 140 minutos. Ni más ni menos. Aderezado con mucha tensión de diferentes tipologías y una interpretación épica de nuestra Laia Costa, de las mejores que he visto en mucho tiempo para una mezcla de géneros absolutamente inconmensurable y perfecta.

Trataré de analizar, aún en shock después de disfrutarla hasta el éxtasis, los cuatro elementos en los que se fundamenta mi apelación a su perfección absoluta:

1.- La cinta está rodada en un único plano secuencia de 140 minutos. Las costuras que tenga para crear semejante ilusión óptica no se ven por ninguna parte (al menos en un primer visionado) porque todo es una amalgama perfectamente ensamblada de principio a fin a través de buena parte de la ciudad de Berlín en un despliegue de movimientos épico y de los que entran por la puerta grande en la historia del cine. Ha habido otros intentos en el cine de confeccionar un relato fílmico en un solo plano secuencia ("1917", "Utoya, 22 de Julio", "Birdman", "La soga"), pero quizás éste sea para mí el más conseguido de todos ellos a través de un operador de cámara al hombro que no se separa durante casi dos horas y media del rostro de Laia Costa mientras que la tragedia se va desplegando en todos los rincones posibles de la ciudad y en tiempo real.

2.- Una película tensa de principio a fin combinando distintos paladares de tensión para que vayas pasando de uno a otro sin previo aviso: comienza siendo temor por una chica de Madrid que estudia en Berlín y que es demasiado joven para dejarse llevar por cuatro chicos alemanes de oscuras intenciones en una noche de fiesta; pasa a una tensión sexual insoportablemente no resuelta; para evolucionar hacia la tensión del thriller definitivamente (no hay obra cinematográfica o literaria de estos tiempos que no incluya su parte de noir casi ya por obligación).

3.- La interpretación de Laia Costa es de esas que marcan la carrera de una actriz para siempre así como la memoria del espectador. Amor, deseo sexual, dolor, confusión, deseos de salto al vacío sin red, terror, efectos psicotrópicos, desesperación, valentía, lágrimas, risas, ganas de sexo… todo reflejado en el rostro de Laia Costa que no suele salir de plano durante casi dos horas y media, con una cámara que baila ininterrumpidamente alrededor de ella para dejar que nuestra Laia conquiste Europa por la puerta grande en un derroche interpretativo de matices que acaba entrando en la historia del cine pateando la puerta con violencia.

4.- Lo juguetón de su guión, por el que van desfilando casi todos los géneros cinematográficos conforme evolucionan las peripecias que le ocurren a Victoria durante la noche más intensa de su vida. Con un arranque que me recordaba de forma insistente a “Stockholm” de Rodrigo Sorogoyen, el film evoluciona hacia otros territorios noir y se deja llevar con valentía y sin complejos, conformando una obra fundamental del cine contemporáneo de visionado obligatorio.
Sergio Berbel
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