Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de OsitoF:
7
Thriller Madrid, agosto de 2007. Curro entra en prisión tras participar en el atraco a una joyería. Era el conductor, y el único detenido por el robo. Ocho años después sale de la cárcel con ganas de emprender una nueva vida junto a su novia Ana y su hijo, pero se encontrará con una situación inesperada y a un desconocido, José.
22 de agosto de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otro ejemplo de esa etapa del cine español entre comienzos y mediados de la primera década de siglo, en la que se le caían de los bolsillos unos thrillers impactantes, con toda la esencia del género pero con una incuestionable personalidad propia y nacional. Y que, además, eran aceptados de buena gana por un público generalista que reportaba sus buenas taquillas y valorados por los especialistas con abundancia de premios y generosas críticas. Es esa época en la que llegué a pensar que había esperanza para unos Premios Goya que reconocían a “No habrá paz para los malvados”, “La isla mínima” o esta “Tarde para la ira”.

Personalmente, me gustaron algo más las dos primeras. A “No habrá paz para los malvados” siempre habrá que reconocerle haber roto las reglas y abrir los ojos al cine español sobre sus posibilidades. “La isla mínima” me parece redonda sin más y, de hecho, creo que “Que Dios nos perdone”, competidora directa con “Tarde para la ira” para los Goya de 2016, era mejor película en muchos sentidos (y que el premio se decidió entre bambalinas en base a otros criterios y no me cambiéis de tema, que me caliento). Pero la primera película tras la cámara de Raúl Arévalo es innegablemente intensa, bien escrita y muy bien realizada, que consigue que sintamos esa violencia sucia y racial tan española, esa venganza y esos odios viscerales tan irracionalmente españoles.

Las interpretaciones están llenas de esa energía negativa que pide la historia, de personajes en el límite de la moralidad, con luces y muchas sombras y la tensión y la incomodidad se sienten en cada plano hasta llegar al único final posible. Quizá el pero está en que, “Tarde para la ira” llega en un momento donde a sus intérpretes ya los hemos visto, a cada uno, en cuatro o cinco thrillers del estilo y ciertas situaciones empiezan a resultar conocidas y a cristalizar en cliché. En todo caso, podemos hablar de un Goya muy merecido, el último de la Edad de Oro del Thriller español antes de que el cine nacional arrease un nuevo bandazo hacia ese género social y emocional de poca taquilla y muchos premios en el que se siente tan cómodo.
OsitoF
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow