Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de OsitoF:
5
Comedia Jon Martello (Joseph Gordon-Levitt), un joven adicto al sexo en general y al porno en particular, intenta ejercer algún tipo de control sobre sí mismo. Jon tiende a deshumanizarlo todo: su apartamento, su coche, su familia, su iglesia y las mujeres. Sin embargo, hasta los ligues más sofisticados no pueden compararse con el placer que obtiene viendo pornografía en su ordenador. Insatisfecho con su vida, decide cambiar. Gracias a la ... [+]
14 de setiembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Seguro que hay un nombre (y si no, habría que crearlo) para ese género cinematográfico que trata de revelar la raíz de alguna patología social o humana como el racismo, el machismo o la soledad. Si hace poco comentaba en la reseña de “Una pistola en cada mano” que era una película que trataba de descomponer la masculinidad en sus elementos esenciales, “Don Jon” trata de hacer algo parecido con la adicción a la pornografía pero de una forma más morbosa y superficial: llevándonos al día a día de un muchacho que apenas puede controlar sus ganas de… pues eso, de tocar la zambomba a todas horas y en todo momento y que se ha pasado el pornhub en modo God.

Pocas de esas películas logran encontrar la forma de profundizar en las capas del asunto que tratan de divulgar sin caer en un tedioso documentalismo discursivo que espanta al espectador y, de hecho, muchas se ven obligadas a no raspar más que la superficie y a insinuar más que mostrar. El caso de “Don Jon” es curioso porque parecía haber encontrado en el morbo la coartada perfecta para adentrarse en la parte psicológica manteniendo la atención a base de mostrar ocasionales fragmentos de películas guarras por necesidades del guion… pero le faltan ganas o capacidad para ir más allá de que un adicto a la pornografía es un ser humano simple y por desarrollar. Tras una introducción muy introspectiva que deja caer un montón de premisas que parece prometer que se desarrollarán a lo largo del metraje, su conclusión es rápida y siniestramente sencilla: si ves porno es porque te falta la cualificación humana más elemental (estás al nivel intelectual de un orangután) y la capacitación lectiva más básica (el espécimen de la película no conoce técnicas elementales como borrar el historial del PC). Pues vaya con Freud.

Si el diagnóstico es un poco simplón, el proceso de rehabilitación tampoco va a ganar el Nobel de Medicina: autocontrol y amor responsable. No se han roto la cabeza, no, pero qué se puede esperar de un producto en el que el protagonista prefiere el porno online a las relaciones físicas con Scarlett Johansson. En fin, parecía querer adentrarse en las raices psicosexuales de la humanidad y se queda en un folletín subido de tono de sobremesa con alguna escena picantona que alegra la vista.
OsitoF
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow