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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Ciencia ficción. Acción Utilizando la tecnología que los extraterrestres tenían 20 años antes, las naciones de la Tierra, que temen el regreso de los invasores, han colaborado en la elaboración de un gigantesco programa de defensa para proteger el planeta. Pero no es seguro que ese programa sirva para hacer frente a los avanzados e inauditos recursos de los atacantes. Quizá sólo la inventiva de unos pocos valientes pueda evitar la destrucción del mundo, que se ... [+]
28 de noviembre de 2022
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Recuerdo que “Independence Day” causó sensación en su día con una promoción en TV bastante agresiva en algunas televisiones, que yo recuerde por lo menos en Tele5, con algunas figuras del periodismo de la época simulando ofrecer un boletín informativo especial referente a la aparición de gigantescas naves alienígenas sobre el cielo de grandes capitales europeas y ciudades españolas. No sé si porque los tiempos habían cambiado y la gente era menos crédula o porque en España nos tomamos las cosas con más calma, el asunto no provocó el caos que generara Orson Wells con su narración radiofónica de “La guerra de los mundos” y la historia no pasó de algunos frikis llamando a emergencias o a la propia Tele5. En lo cinematográfico, la peli arrasó en taquilla con un despliegue nunca visto de efectos especiales y con un Will Smith en la cima de su carrera, aunque fue también objeto de innumerables chascarrillos por el sinfín de gazapos, mamarrachadas y agujerazos de guión (más allá de las esperables licencias del género) en los que incurría. Personalmente, me pilló en esa edad en la que ya esperas de las películas algo más que lásers, explosiones y niñas monas… aunque confieso que siempre logra engancharme y tenerme un rato delante de ella esperando tal o cual momento icónico.

Sorprendentemente, esta segunda parte me ha dejado buen sabor de boca a pesar de que la acogí con bastante pereza. Diría que se ha afrontado con más seriedad de la que, en un principio, yo mismo hubiese esperado. Se toma la molestia de crear como punto de partida un futuro distópico en el que la humanidad ha medrado enormemente en veinte años gracias a grandes avances tecnológicos fruto de la investigación de la tecnología que dejaron atrás los invasores tras su derrota. Un porvenir optimista y verde, frente a los habituales futuros siniestros, sucios y lluviosos que suelen ofrecer los estándares del género. Para mí, un acierto, porque establece un mundo por lo que vale la pena luchar, en lugar de un mundo que da lo mismo que invadan los aliens o que muramos todos por acumulación de mierda. Y también porque esos avances técnicos dan cobertura argumental a los viajes hipersónicos y a que la película pueda discurrir por medio mundo y más allá sin que nadie aparte de los haters habituales lo vea como una licencia de guion.

A partir de ahí, “Independence Day: contraataque” ofrece lo habitual de las segundas partes: lo mismo pero en mayores dosis, lo mismo pero mejor hecho, lo mismo pero con más bichos, lo mismo pero con más chistes… pero con más cuidado a la hora de ser escrita para evitar caer en los gazapos que tanto daño le hicieron a su predecesora. Con cientos de elementos cuestionables en lo técnico y lo argumental, hay poco margen para el meme. Naturalmente, hay continuos guiños a su predecesora, pero enfocados hacia la ternura, no como un simple reclamo. Por supuesto, los personajes siguen todos una construcción a base de plantillas y clichés (que nadie se espere ahora “El Séptimo Sello”) pero los nuevos cumplen con ilusión y los reincidentes, libres de la cargante y absorbente presencia de Will Smith, se toman las cosas con diversión y buen hacer.

La película está pensada para divertir y entretener, bajo el concepto de diversión y entretenimiento que maneja un Roland Emmerich al que no vamos a cambiar a estas alturas. El hombre tiene el fetichismo de incrustar siempre en sus obras olas gigantes y devastación en la Casa Blanca como a otros les gusta ponerse pañales o montárselo con plantas. Y tan respetable es una cosa como las otras. De hecho, la estructura narrativa es incluso más caótica que de costumbre: dada la magnitud de una obra que se ambienta por todo el planeta y alrededores, los cambios de escenas entre diferentes partes de La Tierra, la Luna y las naves alien son continuos dando a cada grupo de personajes diálogos de corta duración que raramente alcanza la segunda contrarréplica antes de pasar a otros protagonistas en otra parte. Ninguna trama se puede llegar a considerar principal y Emmerich no se corta en colocar numerosas microtramas de personajes prescindibles que sólo salen en un par de momentos puntuales para soltar un chiste o hacer avanzar la historia. Pero lo importante es que a nadie le importa porque la película se sigue sin problema y nadie espera otra cosa que lo que ofrece “Independence Day: contraataque”: lásers, destrucción masiva, melés aéreas y eslóganes inspiradores.

A la altura de su predecesora, a mí me parece más redonda. De las que pagas la entrada y no lo lamentas. Por supuesto, totalmente fuera de lo que son los estándares del cine moderno, por eso me parece que tiene incluso más mérito.
OsitoF
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