Haz click aquí para copiar la URL
España España · Sunset Boulevard
Voto de Cineaste:
10
Drama. Romance Alexandre es un joven burgués cínico y egoísta que vive en París. Se encuentra en un fase nihilista de su existencia: no estudia, no trabaja y apenas se interesa por los libros o por la música. Lo único que le interesa son las mujeres y, además, vive a su costa. Poco a poco va formando con Marie y Veronique, a pesar de la inicial resistencia de ambas, un atípico 'menage à trois', que, para él, es absolutamente satisfactorio porque ... [+]
11 de noviembre de 2015
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ser humano ha sido siempre el mismo desde sus inicios. El hombre, está destinado a padecer por aquellas cosas que le importan, y a transcurrir indiferente ante los detalles menores sin darse cuenta de que precisamente su apego es lo que le impide disfrutar de las cosas que le conmueven, dejando la duda sobre si todo aquello que nos apasiona nos obliga a sufrir o por el contrario simplemente nos hace felices. Eustache nos adentra en esa simbiosis interna a través de su obra maestra “La Mamá y la Puta”, el último fotograma abandonado de la “novelle vague” que había sobrevivido con la cabeza muy alta a Mayo del 68. Hablamos de una obra que recoge el legado de toda una generación francesa y la retoca con una técnica muy depurada, asistiendo al mayor festival de diálogos y frases legendarias de los que jamás mis sentidos se hubiesen lucrado. Respetando su pasado y con la mirada fija en el futuro, los temas políticos, sociales, laborales…son entremezclados con gran audacia con auténtica joyas reflexivas sobre el cine, la música, la vida y el amor.

Para cuando te has sumergido ya en su aventurado metraje de 215 minutos de éxtasis cinematográfico, te das cuenta de que estás inmerso en un poema constante, en movimiento, del que ya no puedes evadirte, adentrándote en su juego y comenzando a participar en sus conclusiones. Recomiendo ver en la más absoluta soledad, con tranquilidad, en versión original y con el pretexto de activar tus sentimientos, esos que pretende remover el director a lo largo del film mandándonos un mensaje al existencialismo. Quizá vivamos rodeados de tantas personas y situaciones que nos sentimos realmente solos y tratar de encontrar resquicios de esperanza entre la mediocridad que nos rodea, puede ser, como para el protagonista de la película, tarea sumamente complicada. La incomprensión, el desaliento de sucumbir ante la banalidad diaria y dejarse llevar hacia la superficialidad como recurso de supervivencia, hace que nos sintamos más pequeños, más mediocres, tan insignificantes como Alexandre, que solo encuentra aire fresco con el que llenar sus pulmones en conversaciones interesantes ante las personas de su entorno, por las cuales hace mucho tiempo que dejo de tener sentimientos. Pero el ser humano, como huido de toda lógica, responde de forma diferente a lo pretendido, y Alexandre atrae a esas mujeres fascinadas por su diferencia, por huir de las vulgaridades comunes que arrastran al resto de seres humanos, y por la ausencia de aprovechamiento en sus acciones, agudizada por la idea principal de que nada merece la pena, simplemente basta con otorgar a los demás lo que a él siempre le ha faltado.

Así Alexandre dejó de sufrir, se libró de las cadenas que al principio del metraje vemos que le mantienen atado a sus más hondos deseos, cambió sus cartas, no forzó un cambio al destino, dejó que el destino se transformara en soledad mientras él, observaba, participando sutilmente en los cambios y en las relaciones interpersonales que se funden en un extraordinario paralelismo literario al reflejo social que en los años 70 estaba aconteciendo en las calles de París. Ahora mandan las interacciones con el sexo opuesto, el respeto, los valores, los principios, la cultura, la atención y el saber estar. Estamos hablando de 1973. Definitivamente, debemos de haber involucionado a lo largo del tiempo hacia todas las cosas que critican sin pudor los personajes a lo largo de la obra.

Y finalmente la soledad, la soledad como principio y fin de nuestra existencia, marcado por el amor, amor que deriva en sexo y sufrimiento…pero no hay sensaciones sin amor.
Cineaste
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow