Sin ninguna duda la mejor serie de televisión del momento, no es la típica serie de hospital lo primero y principal porque el protagonista no es el típico médico de hospital, es borde, pasota, poco sociable, vacilón, hiriente con sus propios pacientes e incluso con sus compañeros y su jefa, pero precisamente eso es lo que le da originalidad, a nadie nos gustaría que fuese nuestro médico de cabecera pero nos encanta verlo por la tele. La actuación de Hugh Laurie es impresionante y los guiones son tremendos en cada episodio el doctor House suele dejar una frase antológica como minímo, siempre sorprendiendo con su sarcasmo y su extraño sentido del humor. En definitiva una serie impresionante, de lo mejor que se ha hecho ultimamente.