Planteamiento sencillo con una producción y un desarrollo de mayor calado. Espejo, Espejo es una comedia, sí, pero con cierta enjundia en los debates que plantea (transgénero, valentía, feminismo, cambio generacional, etc.) y eso la hace una comedia solvente.

Los espejos (y la dificultad para rodar esas escenas) complican la trama para que haga de hilo conductor y además genere acciones en los personajes. Todo un acierto, ya que las comedias pueden hacer uso de guiones más curiosos y no solemos verlo.

Te reirás bastante. Al menos, yo lo hice con Natalia de Molina, Carlos Areces y Soles León. Tal vez el personaje de Malena Alterio es el más dramático y complejo, su interpretación, más que notable.

Fresca, rápida, divertida y lo dicho, con ese punto más profundo que enriquece la comedia.