Poco más se le puede pedir a una comedia. Es más difícil exaltar a un espectador con humor que con historias de sentimientos profundos y de efectismos facilones que todos conocemos. El estilo de Edgar Wright funciona, hace las cosas bien y por segunda vez me lo ha hecho pasar como un condenado. La otra mitad del tándem que muchos usuarios apuntan tampoco falla, el pelirrojo acomodado que sólo sabe al pub, al pakistaní de la esquina y al curro, ese Simon Pegg convertido en héroe por obligación, empujado por unas circunstancias ciertamente surrealistas, se muestra a una altura a la que muy pocos llegan.

Es cierto que en la última media hora, casi encerrados y sin escapatoria, el nivel de los gags y de la acción baja algún escalón, pero la manera de llegar ahí, ese cómo, no se olvida, el trayecto desde la presentación de los personajes hasta el final de la juerga no ha supuesto otra cosa que un divertimento pleno y absoluto. Yo no le puedo pedir mucho más a una comedia, llamémosla parodia en este caso si se quiere, pero no me cabe duda que este hombre, Edgar Wright, es un cachondo. La lástima es que quiero más y comedias así, muy pocas.

Y es que en realidad, no es una película de zombies cualquiera... y por cierto, como muchos otros usuarios, me encanta que sea una producción de los UK y no de los yanquis.