Vaya por delante que para mí el nombre de Chaplin se merece el máximo respeto posible porque es historia del cine y porque sin su presencia habría un hueco vacío inmenso en los primeros capítulos de la historia del cine. Y es que Chaplin, guste más o menos, es uno de los pioneros y por ello tiene mi estima ganada, gracias a su trabajo pueden explicarse esos primeros pasos del séptimo arte, cuando no había sonido y la cámara prácticamente no se movía.

Dejo clara mi posición general en referencia a 1925, a Chaplin, y al cine mudo... En cuanto a "La quimera del oro" no puedo elevar mi valoración hasta la media y mucho menos hasta calificarla de obra maestra. A mí el vagabundo no me cae mal, su presencia en Alaska es igual de inexplicable que si estuviera en la jungla o en la Luna, allá donde sea haría lo mismo, carantoñas y gestos a falta de sonido o voz y escenas de verdadera locura. Reconozco que la famosa escena del zapato me ha maravillado, tanto como la de los panecillos... Pero también reconozco que el Chaplin sonoro me gusta más y que la historia del buscador de oro me ha parecido fragmentada y larga.

El verdadero mérito de Chaplin es el de constructor del género de comedia, el de innovador, es posible afirmar que al mirar atrás todos acabamos viéndole a él, con su bigotito y su bastón. "La quimera del oro" no es la mejor, su mensaje no acaba de llegar, ni el de la tristeza y soledad ni la del amor, más forzado que en otras ocasiones.