Le he puesto toda la buena intención de la que puedo disponer, la máxima voluntad, con los ojos abiertos como platos dispuesto a no perderme detalle y ser generoso, abajo los prejuicios y que se mantenga alejada de mí esa vocecilla que siempre me susurra que el cine de animación no es cine de verdad... Vaya, pues ni así... Siempre va a valer más la pena leer otras opiniones antes que la mía, y en este caso más aún, porque yo sólo he visto la paranoia que ha soñado una persona que se dedica al cine de animación, si este mismo sueño lo tiene un escritor, pues relato que parirá y si soy yo quien sueña lo mismo pues me bajo al bar de la esquina y se lo suelto al primer molécula que me encuentre en la barra...

Nada, una hora muy lenta, muchas sugerencias y por supuesto, más preguntas que respuestas, de hecho creo que mola más leer lo que los demás opinan. A mí no me ha fascinado en absoluto, ha habido algún momento que parecía de verdad interesante, porque le he puesto buena voluntad. Pero no. Esto no es para todos...