No puedo decir que sea el western de mi vida, y eso que a mí el género me seduce desde crío, pero al menos esas más de dos horas no se hacen pesadas y aunque la esperada batalla final se resuelve en los últimos quince minutos todo lo que viene antes no está nada mal. La gracia de tener conciencia histórica es que podemos hacer el ejercicio de superar, si queremos, la falsedad aquí contada de este pedazo de historia yanki. Yo prefiero olvidarme de que realmente fue de otra manera, así no me indigno y es más fácil pasarlo bien. Al estilo 300 por poner otro ejemplo. Que nadie se olvide que los "malos" mexicanos estaba en contra de la esclavitud, por sólo mencionar un dato.

Así que de esta manera he disfrutado del borracho de John Wayne, y digo lo de borracho por lo que se ve en la peli y por su vida personal. Porque los amigotes de Wayne están en Texas de juerga, nada más llegar la lían y la noche de antes de morir la están pillando otra vez, vamos, para acabar bien lo que bien empieza. Me hace enorme gracia el coronel de más mando que habla casi en verso al lado de tanto borracho, poniendo orden a unos soldados hasta arriba de cerveza, y Wayne el primero.

Entiendo las quejas de varios usuarios, pero para mí tener como sombrero a una mofeta muerta en la cabeza tiene todo mi respeto y se merece mi mejor consideración. Hasta me da igual que sea una historia de fachas.