El empaque, óptimo.

La pareja protagonista, inverosímil, imposible de imaginar sus apasionados revolcones interclasistas.

La trama, mil veces vista: unión de las técnicas modernas del cine con superproducción realmente muy lucida con un historia elemental de malos malísimos y buenos buenísimos, y si vas a verla con la intención de ver, sobre todo, la magnífica realización de la catástrofe, pues te vas a aburrir un montonazo, pues antes de lo mejor de la película hay que comerse el impresionante tostón de un melodrama demasiado pobre en todos los aspectos, menos en la puesta en escena, claro, pero no me basta cuando todos los personajes y las situaciones resultan tan convencionales y faltos de garra.