La primera de estas películas de animación de Spiderman vino sin mucho ruido, sin muchas expectativas y dejando un sabor excelente por su estilo de animación, su original historia y personajes. En esta secuela había muchos ojos puestos encima y lo ha sacado con nota. Es verdad que, entre que es bastante larga (y con partes que se podrían recortar, siendo sinceros) y que la historia ha subido varios puntos en complicación, se aleja un pelín del público más infantil. Pero la animación, que ya era excelente en la primera película, en esta se vuelve soberbia y los personajes de Miles y Gwen desarrollan todo su potencial. Tiene una segunda mitad de película de lo mejor en las películas de superhéroes y muchos muchos guiños para los fans de Spiderman. Una delicia que deja con ganas de más y que augura una próxima película apasionante.