Decepción absoluta. Película sin conflicto, ni interior ni exterior. No hay arco del personaje, no le pasa nada interesante a la protagonista ni al resto del reparto, y parece que no se da cuenta de esto ni la virgen a la que alude el título de este bodrio.
La prota en cuestión se dedica a insultar y a corregir el comportamiento de cada tío con el que se cruza. Cuando ella no tiene nada que ofrecer ni a sí misma ni a los demás, puro y jodido egoísmo feminista radical. Todos los actores y actrices secundarios tienen que ayudarla: Para entrar en casa, (llama a una amiga a la que no habla desde hace años y solo se acuerda de ella para su propio beneficio, feminismo lo llaman), give me my privilege bitch!!, la ayudan para darle la razón, para volcar sus neuras y filias.
No se puede permitir hacer este tipo de films que no recaudan dinero con nuestro dinero, no puede ser, que alguien pare esto. Y me da igual quien gobierne, lo que está en juego aquí es hacer buen cine, que es lo mínimo que se les exige a estos vagos privilegiados con nuestro dinero.
Se hace cine para que perdure en el tiempo, y me temo que esta peli no durará hasta el verano del año que viene.

Lo mejor: Que no tuve que pagar por verla.
Lo peor: Todo.